- La vitamina D es imprescindible en el organismo por las funciones esenciales y la contribución a la salud del sistema inmunológico y del sistema osteoarticular de la mascota.
En las cantidades adecuadas, la vitamina D contribuye a la absorción normal del calcio y del fósforo para así mantener los niveles normales en sangre. Esto es importante para favorecer un adecuado desarrollo de los huesos, los músculos y los dientes.
Además, la vitamina D contribuye a que el sistema inmunitario de la mascota funcione correctamente.
Es por esto, que una carencia de vitamina D en el perro y en el gato puede provocar un debilitamiento de las defensas y, también, de los huesos y los músculos, además, de un crecimiento deficiente es estos.
Cabe destacar que la vitamina D es una vitamina liposoluble, es decir, se absorbe más fácilmente en presencia de la grasa alimentaria. Las necesidades varían en función de la mascota.
Se puede encontrar fuentes naturales de vitamina D en pescados como el salmón, el atún y la caballa, o también, en el aceite de hígado de pescado. Otra fuente, no tan destacable, es la yema de huevo.
No obstante estar presente en estos alimentos, la vitamina D se tiende a añadir en la alimentación en forma de vitamina D3 (colecalciferol), su parte activa, para sí complementar y asegurarse que la mascota obtenga la correcta cantidad diaria.