- El diente de león (Taraxacum officinale) es una planta perenne que crece fácilmente en la mayor parte del mundo.
- Parte de la planta, como las raíces, hojas, flores y semillas son comestibles.
Su bonita flor, que sale en primavera, se utiliza desde hace mucho tiempo en fitoterapia y en alimentación en forma de suplemento, es por esto, que también es posible añadirlo a la dieta de gatos y perros, y así pueden beneficiarse de sus propiedades.
El diente de león es una fuente de polifenoles como las catequinas o los taninos, mucílagos, esteroles y aceites esenciales entre muchos otros.
Además, aporta vitaminas como la A, B1, B2, B3 y C, y minerales como el potasio, hierro, calcio y fósforo.
Las hojas del diente de león se caracterizan por ser utilizadas para facilitar a la digestión y proteger la mucosa del estómago gracias a los mucílagos. Además, pueden ayudar a estimular el tránsito intestinal. En este caso, la raíz también ayuda la función gastrointestinal por sus actividad prebiótica.
A parte, las hojas también contribuyen a la función normal del hígado y a su protección en el proceso de detoxificación gracias a los flavonoides.
Las vitaminas A y C que aporta el diente de león ayudan al sistema inmune de la mascota, por lo que ayuda naturalmente su salud y bienestar.
En cambio, las vitaminas B2 y B3, contribuyen al mantenimiento normal de las mucosas, hecho que ayuda al sistema común de todas mucosas del organismo y que repercute positivamente a la salud de perros y de gatos.